Isaac Newton, Napoleón Bonaparte y un planeta pequeño, ardiente, helado y escurridizo, brillando más que nunca hoy en el cielo del atardecer.
Mercurio, el más difícil de encontrar de los cinco planetas observables a simple vista, se lucirá centellante al atardecer.
Más cercano al Sol que ningún otro, más extremo que ningún otro, más veloz que ningún otro y apenas más grande que la Luna, estará en su ubicación más alta del cielo, revelando sus misterios hoy tras el ocaso y en este relato, su conexión con Newton y Bonaparte..